Las caras del paisaje. Los paisajes grandiosos y espectaculares suelen ser invisibles. Cuando alguien evoca el paisaje en el que le gustaría vivir, se trata casi siempre de un lugar acaso menos llamativo, pêro capaz de seducir tanto más cuanto mejorse le conozca. Um âmbito bien determinado, por exemplo, com cursos de agua y vegetación de ribera. El contorno, más seco y dilatado, com alturas rocosas y árboles conta el cielo. Com las caras sucede algo parecido. No es lo miesmo la cara de una figura vista de cuerpo entero que de médio cuerpo, a distancia de conversación. La diferencia se acentua todavia más a distancia de cama: rostos que hasta ese momento parecían bellos, dejan de serlo. Y otros, en cambio, se vuelven más bellos que nunca. (Luis Goytisolo, Diário de 360%, Seix Barral)